domingo, 1 de enero de 2012

La 46ª División de Infantería sella el Istmo de Parpach y von Sponeck es destituido - 01/01/1942.

Camaradas,

Durante la mañana del 31 de diciembre, los primeros batallones de la 46ª División de Infantería alcanzaron el Istmo de Parpach. Sin embargo, las vanguardias de la 63ª División de Fusileros Soviética llegaron allí antes que ellos, situándose en Valdislavovka al norte de Feodosiya. ¿Habría sido en vano la maniobra de retirada de la división después de todo?

Soldados alemanes marchan hacia Parpach.

“¡Atacad, abriros paso y conquistad Vladislavovka!” fue la orden del General Kurt Himer a la 46ª División de Infantería. Las tropas se desplegaron rápidamente para el ataque sobre la lisa llanura cubierta de nieve. El viento gélido que soplaba desde el Cáucaso atravesaba sus delgados abrigos y les enfriaba hasta el tuétano. Lágrimas de furia impotente se congelaban sobre sus mejillas antes de que hubieran podido deslizarse hasta su barba y bigote, que se habían dejado crecer en un intento por combatir el frío. Los agotados regimientos avanzaron otros 7 kilómetros. Entonces se detuvieron en seco. Los hombres simplemente se derrumbaron.

La retirada de la 46ª División de Infantería a Parpach.

Bajo el amparo de la noche, los batallones flanquearon las líneas rusas por la derecha, avanzaron a través de la parte del istmo que aún permanecía abierta y tomaron posiciones sobre el terreno helado, orientados hacia el sur y el este. Las últimas unidades que llegaron a esa línea apresuradamente improvisada pertenecían a la 1ª Compañía del 88º Batallón de Ingenieros.

Tropas de montaña rumanas marchan hacia Parpach.

Al amanecer de hoy, 1 de enero, los rusos se han dado cuenta de la maniobra nocturna alemana y han atacado al mediodía, pero los Landser los han rechazado. El 213º Regimiento de Infantería de la 73ª División de Infantería, junto con algunas unidades rumanas del Cuerpo de Montaña Rumano, han llegado en el último momento y han logrado establecer una tenue línea de contención al oeste de Feodosiya sobre la ruta de avance de la 157ª División Soviética.

Situación en Kerch.  Alemanes y rumanos han logrado mantener al Ejército Rojo en el interior de Kerch.

Cuando los rusos han atacado con tanques, los últimos tres cañones autopropulsados Sturmgeschütz de la “Brigada de los Leones” han salvado la situación. El Capitán Peitz los ha enviado al frente desde Bakhchisaray, donde habían estado combatiendo a los partisanos. El Teniente Dammann, comandante de la unidad, ha logrado acercarlos a 500 metros de distancia de los tanques enemigos en el terreno ondulante al sudeste de Vladislavovka. Entonces se ha producido el primer enfrentamiento, que ha alcanzado las proporciones de duelo infernal. Dieciséis tanques T-26 soviéticos han quedado sobre el campo de batalla, ardiendo o hechos añicos. La punta de lanza acorazada del 44º Ejército Soviético ha quedado mellada. El peligro de una penetración en la retaguardia de Sebastopol ha sido atajado y los rusos detenidos.

La destitución del insubordinado General von Sponeck.

Hans Graf von Sponeck.

A juzgar por los resultados, por tanto, la decisión del Conde Sponeck, el General al mando del XLII Cuerpo al que se halla adscrita la 46ª División de Infantería y, como hemos visto, quien dio la orden de retirada de Kerch, podría haber quedado justificada. Sin embargo, no se puede pasar por alto el hecho de que ha actuado por su propia cuenta con plena consciencia de estar desobedeciendo una orden superior, poniéndole al Undécimo Ejército ante el hecho consumado de su retirada sin dar cabida a otra alternativa. Huelga decir que Manstein es el superior de von Sponeck y von Sponeck debería haber obedecido la orden de Manstein de permanecer en Kerch y no llevar a cabo la penosa retirada hasta Parpach. El propio Manstein ha escrito lo siguiente al respecto:

La retirada precipitada de la 46ª División de Infantería no fue la manera de mantener su fuerza de combate. Si el enemigo hubiese actuado correctamente en Feodosiya, la división, en las condiciones en las que llegó a Parpach, apenas habría sido capaz de abrirse paso a Parpach.

El Conde von Sponeck.

Lo cierto es que el enemigo no actuó correctamente y, si sólo se tuvieran en cuenta los resultados, la decisión de Sponeck, que se puede admitir no surgió de la cobardía ni de otros motivos deshonrosos, fue acertada. Sin embargo, Manstein ha decretado su relevo del mando, perfectamente justificable sobre la base de los más elementales principios militares: la obediencia a las órdenes superiores.

Pero eso no es todo. Además de ser destituido, los Cuarteles Generales del Führer le han informado al Teniente General Conde von Sponeck que deberá trasladarse a Berlín para ser juzgado ante un tribunal militar por insubordinación, lo que podría suponerle la pena de muerte.

Führer befiehlt, wir folgen Dir!
Deutschlands Sieg, Europas Sieg!

2 comentarios:

  1. bestial. Me encanta.
    gracias

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  2. Una historia dramática la de von Sponeck y épicos los combates en la retaguardia de Manstein en Kerch.

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