domingo, 6 de noviembre de 2011

Stalin suplica a Occidente la apertura de un segundo frente en Europa - 06/11/1941.

Camaradas,

Hoy en Moscú, en la víspera del vigésimo cuarto aniversario de la Revolución de Octubre, el líder soviético Stalin ha pronunciado las siguientes palabras ante una selecta audiencia: "No hay duda de que la ausencia de un segundo frente hace más fácil la tarea del enemigo, pero esperamos que el segundo frente se establecerá en el futuro cercano, aliviando así la tarea del Ejército Rojo.  Nos encontramos en vísperas de la decisión. Debo hacer constar que el peligro es mayor que nunca. Ucrania y la Rusia Blanca se encuentran ocupadas, Leningrado está en peligro y Moscú se encuentra igualmente amenazada." En relación con las pérdidas sufridas por el Ejército soviético, ha dicho: "Sólamente nuestro país hubiera podido resistir tal prueba; es decir, que ninguna otra potencia hubiera podido soportar las pérdidas que nosotros soportamos." Al explicar las razones por las cuales el Ejército Rojo actúa bajo una serie de "condiciones desfavorables", Stalin ha afirmado que la primera de éstas es la "ausencia de un segundo frente en Europa. A causa de ello los alemanes no se ven obligados a dispersar sus fuerzas; segundo, el Ejército Rojo combate solo, mientras que los alemanes luchan aliados a los italianos, a los finlandeses, a los rumanos y a los húngaros; tercero, la falta de carros y de aviones. La producción de armas soviéticas no es suficiente. "

Stalin habla bajo tierra, escondido como una rata, mientras sobre sus cabezas estallan las bombas de la Luftwaffe.

Los 300 delegados del Partido Comunista que han tenido la "suerte" de escuchar en directo a su tirano, reunidos en el salón de mármol de la estación de Metro Mayakosvsky debido a los continuos ataques de la Luftwaffe, han dispensado a Stalin una atronadora bienvenida y lo han aclamado de nuevo cuando el dictador soviético ha dicho que los alemanes, que según él, han recibido órdenes de aniquilar a todos los rusos, "obtendrán su guerra de aniquilación y serán exterminados sin piedad." Palabras así, con los alemanes martilleando a las puertas de Moscú y la mayor parte del gobierno soviético y la totalidad del cuerpo diplomático evacuados hacia el este, oscila entre la temeridad y la insensatez. Sin embargo, Stalin parece rebosar confianza: "Nuestro Ejército debe ganar, y ganará. El Ejército Alemán debe ser derrotado, y será derrotado."

Panfleto de propaganda soviético en el que el Führer es atravesado por una bayoneta de la misma forma que Napoleón fue "pinchado" por las horcas de los campesinos rusos.

Hay tres hechos básicos, ha dicho, que harán que el Ejército de Hitler sea aplastado: "El primero de ellos es la inestabilidad del imperialismo alemán y del Nuevo Orden de Hitler. Se nos asegura que Hitler actúa como Napoleón en todo. Puedo deciros que Hitler no se parece a Napoleón más de lo que un gatito se parece a un león. En segundo lugar, Napoleón lucho por las fuerzas liberales contra las fuerzas reaccionarias. Hitler combate por la reacción y perecerá a manos de las fuerzas progresistas. En tercer lugar, ¿quién duda que Gran Bretaña y los Estados Unidos nos darán todo su apoyo para doblegar a Hitler? La guerra moderna es una guerra de máquinas. La guerra la ganará el que posea una apabullante superioridad en la producción de máquinas. Ésta es una de las razones fundamentales para la inevitable catástrofe del imperialismo predador nazi. Nuestra tarea ahora es la venganza."


Tod dem Bolschewismus!
Mit unsern Fahnen ist der Sieg!

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