sábado, 31 de diciembre de 2011

Manstein detiene la ofensiva sobre Sebastopol - 31/12/1941.

Ofensiva de diciembre contra Sebastopol.  Mapa ruso.

Camaradas,

Mientras los regimientos de la 46ª División de Infantería al mando del desobediente General von Sponeck, comandante del XLII Cuerpo de Ejército, se retiraban de Kerch bajo terribles dificultades pero en buen orden, Manstein dio inicio a su plan de conquistar primero el Fuerte Stalin en Sebastopol y a continuación acudir en ayuda de von Sponeck. De ese modo, las compañías del 16º Regimiento de Infantería se prepararon para el asalto final. Las murallas del fuerte se alzaban pronunciadas y siniestras sobre la maraña de obstáculos de alambres de espino y trincheras. Sin ruido, el destacamento de asalto alemán abrió a base de tenazas un camino a través de la alambrada. Una bengala roja silbó hacia arriba. La artillería alemana comenzó a disparar bombas de humo para cegar a los rusos. Los primeros terraplenes fueron asaltados, la primeras defensas capturadas, los primeros prisioneros apresados. Estaban agotados, completamente exhaustos y letárgicos. Pero los batallones del 16º Regimiento de Infantería se habían encogido a sesenta u ochenta hombres.

Avance alemán entre el 17 de diciembre y hoy y despliegue de unidades por parte de ambos bandos.  Mapa ruso.

A la vista de la situación en el Istmo de Parpach, ¿debería continuar esta costosa lucha? Manstein ha llegado a la conclusión de que no. Considerando la situación en Feodosiya, no quiere correr más riesgos y, finalmente, en el día de hoy, ha ordenado detener las operaciones.

Detalle de la ofensiva de diciembre.  Mapa alemán.

En consecuencia, el Coronel von Choltitz con su 16º Regimiento de Infantería ha evacuado las murallas del fuerte que tanto les ha costado conquistar y, de acuerdo con las instrucciones recibidas, se ha trasladado de vuelta a la cresta a lo largo del Valle Belbek. La 24ª División de Infantería ha sido capaz de mantener sus posiciones. Pero para ella, al igual que para todas las unidades del Undécimo Ejército en el frente de Sebastopol, la orden del día es: esperar.

Cementerio militar alemán en el frente de Sebastopol.

La ofensiva de diciembre contra Sebastopol ha fracasado y los dos cuerpos alemanes atacantes han sufrido 8.595 bajas entre el 17 y el 31 de diciembre. Las pérdidas soviéticas durante los combates de noviembre y diciembre han sido también elevadas, incluyendo más de 7.000 muertos y 20.000 prisioneros.

Transcurrirán varios meses antes de que la batalla por la más poderosa fortaleza de la Unión Soviética sea reanudada, y muchos meses también antes de que el 16º Regimiento de Infantería vuelva a entrar en el Fuerte Stalin.

Es lebe Deutschland!
Der Sieg wird unser sein!

viernes, 30 de diciembre de 2011

Termina la Operación Crusader, una victoria táctica del Eje – 30/12/1941.

Camaradas,

Desde que el pasado 16 de diciembre el General Erwin Rommel ordenara la retirada general de Cirenaica, la Operación Crusader se ha convertido en una persecución, con el Octavo Ejército Británico tratando de envolver al Panzergruppe Afrika y atraer a sus fuerzas a la batalla y Rommel decidido a evitar el combate abierto para así poder llevar de vuelta a Agedabia al mayor número posible de sus unidades.

Resumen de la Operación Crusader.

Así, la 4ª División India ha perseguido a las fuerzas del Eje a lo largo de la costa mientras que el 7º Grupo de Apoyo ha seguido sus movimientos a lo largo de las carreteras que discurren más al interior. Benghazi ha caído el 23 de diciembre. La 7ª División Acorazada, por su parte, ha seguido una ruta más corta a través del desierto vía Mechili y Msus hasta Beda Fomm. Rommel tiene intención de plantar cara a las columnas móviles británicas que se acercan por el desierto en Agedabia para de ese modo permitir a las unidades italianos junto a la costa escapar al sur.

El 27 de diciembre, los británicos se han aproximado a Agedabia y Crüwell le ha pedido permiso a Rommel para atacar los tanques británicos. Tras obtener la pertinente autorización, el 28 de diciembre el Afrika Korps se ha dirigido contra los británicos cerca de Mersa Brega. Los 90 tanques de la 22ª Brigada Acorazada han sido atacados por unos 60 tanques pertenecientes a las dos divisiones Panzer, la 15ª y la 21ª. Los británicos han sido aplastados en una fulgurante acción que les ha costado 37 tanques a cambio de tan sólo 7 Panzer.

Operación Crusader.  Rommel se retira de Cirenaica.

Aún así, Rommel sabe que tendrá que retirarse todavía más atrás, hasta el mismo punto desde el que hace unos meses comenzó su espectacular avance hacia el este: El Agheila. Sin embargo, le ha instruido a Crüwell para que siga luchando permitiéndole a la infantería descansar y recuperarse. Así, el Afrika Korps ha atacado de nuevo hoy, 30 de diciembre, y puesto fuera de combate a otros 23 tanques británicos. Una espléndida victoria que, sumada a la de hace dos días, ha dejado a los británicos con apenas 30 tanques de los 90 con que contaba al comienzo de la persecución y a los alemanes con un espléndido sabor de boca.

Los Panzer vuelven a derrotar a los británicos.

Tras esta acción, Rommel ha completado su retirada a las posiciones en El Agheila y los propios británicos se han retirado a lamerse sus heridas, conscientes de que el genial suabo es un hueso duro de roer y frustrados por no haberle podido dar caza en su ordenada retirada. La Operación Crusader ha terminado. Los dos bandos han luchado hasta el límite de sus fuerzas y habilidades y ahora finalmente ha llegado el momento de efectuar una pausa y recobrar fuerzas. Al menos durante un tiempo, no habrá nuevos avances ni retiradas.

Las cifras de Crusader y porqué, pese a la retirada, el Eje ha vencido.

Un tanque británico custodia una columna de prisioneros del Eje.

Auchinleck ha obtenido una victoria estratégica con la Operación Crusader, eso hay que reconocerlo. Rommel y sus tropas han sido obligadas a emprender la retirada y a ceder toda Cirenaica. El propio Auchinleck ha desempeñado un papel protagonista en la victoria, mediante su determinación a ignorar las maniobras de Rommel hacia el este y concentrarse en desgastar la oposición del Eje en torno a Tobruk. De algún modo, en esta ocasión, el generalato pasado de modo ha sabido sacar el mejor provecho estratégico a las operaciones móviles.

Sin embargo, no hay dejar de lado la realidad de las cifras. Los británicos han perdido 2.900 hombres muertos, 7.300 heridos y 7.500 desaparecidos – un total de 17.700, que suponen el 15 por ciento de su fuerza total. Los alemanes, por su parte, han perdido 1.100 muertos, 3.400 heridos y 10.100 desaparecidos – un total de 14.600 hombres. Los italianos han perdido 1.200 muertos, 2.700 heridos y 19.800 desaparecidos. En total, el Eje ha perdido 38.300 hombres, el 32 por ciento de su fuerza total. Pero la verdadera significativa está en las pérdidas de equipo. Los británicos han perdido 600 tanques Cruiser y 200 tanques de infantería, mientras que los alemanes han perdido 220 Panzer y los italianos 120 tanques.

¡Con nosotros está la victoria!

El Panzergruppe Afrika ha sido atacado y expulsado de Cirenaica por una fuerza superior, pero al término de la batalla esa fuerza ha desaparecido. El Octavo Ejército Británico se encuentra terriblemente desgastado tras casi dos meses de combate. Sus líneas de suministro se extienden a lo largo de cientos de kilómetros a través del desierto y su fuerza acorazada ha quedado terriblemente diezmada. Puede que los británicos hayan ganado la batalla Crusader, pero no han destruido al enemigo puesto que Rommel mantiene su estructura de mando intacta.

Ahora, el Panzergruppe Afrika se encuentra muy cerca de su principal puerto de Trípoli, con las líneas de suministro muy cortas, y la pausa en la lucha le va a permitir reconstituir su fuerza de nuevo. Durante los últimos días se han estado relatando los numerosos varapalos que ha recibido la Royal Navy en el Mediterráneo, y Rommel va a ser de los primeros en notarlo. Las victorias en la mar han concedido a Italia la superioridad en el Mare Nostrum y en breve comenzarán a afluir a Libia numerosos convoyes con refuerzos, suministros, combustible y material.  Mucho antes de lo se esperan los británicos, que creen que las unidades del Eje en África van a tardar meses en recuperarse, si es que consiguen hacerlo, el Panzergruppe Afrika estará listo para ponerse de nuevo en marcha.  Aunque pueda parecer mentira, justo el día en que Rommel se adentra en El Agheila, su punto de partida, Egipto está más cerca que nunca.

Es lebe Erwin Rommel!
Sieg Heil, Viktoria!

jueves, 29 de diciembre de 2011

Los soviéticos desembarcan en la Península de Kerch y amenazan a todo el Undécimo Ejército - 29/12/1941.

Camaradas,

Las tropas alemanas del Undécimo Ejército de Manstein que el pasado 17 de diciembre se lanzaron a la ofensiva contra la fortaleza de Sebastopol consiguen avanzar tan sólo paso a paso. Un violento fuego de mortero soviético bien dirigido martillea las reservas alemanas en los claros entre los matorrales y sobre la carretera. Los defensores se encuentran sólidamente situados en refugios de tierra y madera que tienen que ser vencidos uno a uno. Por lo tanto, el ataque de las Divisiones de Infantería 24ª y 132ª se ha convertido en una multitud de acciones separadas. Los batallones de la 24ª División de Infantería se han desangrado literalmente en los combates. El único progreso hasta ahora lo ha obrado la 22ª División de Infantería.

La aguerrida defensa soviética planta cara a Manstein.

El 28 de diciembre, a las 07:00 horas, los agotados hombres de las Divisiones de Infantería 22ª y 24ª se organizaron para el asalto final contra el núcleo de la fortaleza. Los comandantes de regimiento se sentaban junto a sus teléfonos de campo, recibiendo sus órdenes.

“Esfuerzo supremo,” era la orden. “¡La fortaleza debe caer para Nochevieja!” Para Nochevieja. Y así se pusieron en marcha.

Manstein sonríe, con la confianza de que una victoria en Sebastopol aún es posible.  Esta misma mañana, los acontecimientos le borrarán la sonrisa de golpe.

Cualquiera que, años después, recuerde esta acción, se estremecerá tan sólo recordándola. Los Regimientos de Infantería 65ª, 47ª y 16ª se vieron inmersos en combates terribles. El Coronel von Choltitz con su 16º Regimiento se encontraba en pleno corazón del ataque. Al anochecer del 28 de diciembre, sus tropas de asalto se habían abierto paso hasta cerca del poderoso Fuerte Stalin, que dominaba el sector norte a las afueras de Sebastopol. Si se aplastaba este fuerte, entonces la carretera estaría abierta hasta la Bahía Severnaya, el gigantesco puerto de Sebastopol. Y cualquiera que dominara la bahía podría estrangular la fortaleza.

Dos ejércitos soviéticos desembarcan en Kerch.

Desembarcos del Ejército Rojo en la costa este de Kerch y en Feodosiya.

Durante la mañana de hoy, 29 de diciembre, las desastrosas noticias han caído en los cuarteles generales de Manstein como una bomba: después de algunos desembarcos preliminares en Kerch, poderosas fuerzas de invasión soviéticas (23.000 soldados y un batallón de tanques) han desembarcado en Feodosiya, sobre el istmo entre Crimea y la Península de Kerch. Han aplastado a las débiles líneas de cobertura alemanas y conquistado la localidad. Las únicas tropas que hay para defender el área se limitan a la 46ª División de Infantería y a algunas débiles unidades rumanas. Todas las demás tropas están volcadas en el combate por Sebastopol.

“¿Qué vamos a hacer ahora, Herr General?” ha preguntado el Jefe de Operaciones del Undécimo Ejército a su Comandante en Jefe. ¿Qué hay que hacer, de hecho? ¿Habría que dejar que las cosas transcurran libremente en Kerch y Feodosiya hasta después de que Sebastopol haya caído? ¿O debería suspenderse la batalla por la fortaleza y enviar las fuerzas así liberadas a los puntos amenazados en la retaguardia del frente?

Las tropas soviéticas desembarcan en Kerch.

Manstein no es un hombre de decisiones precipitadas. Ha caminado hasta la escuela del pueblo de Sarabus, donde el Undécimo Ejército ha tenido sus cuarteles generales desde mediados de noviembre, para estudiar los últimos informes. Él mismo, así como su Jefe de Estado Mayor y el Jefe de Operaciones, tienen sus barracones en la vieja granja situada al lado, en habitaciones muy modestamente amuebladas. Una cama, una mesa, una silla, un taburete con una bacinilla y un perchero eran todos los muebles. A Manstein no le gusta requisar muebles para, como él dice, “crear una comodidad que las tropas no tienen.”

El mapa en la sala de situación de los cuarteles generales revela el peligro mortal en el que el Ejército de Crimea se ha encontrado durante las últimas cinco horas. Unos pocos días antes, en Navidad, unidades del 51º Ejército Soviético habían efectuado un cruce por sorpresa del Estrecho de Kerch, de tan sólo cinco kilómetros de anchura y, después de algunos desembarcos adicionales, el 26 de diciembre unos 5.000 soldados soviéticos habían logrado establecerse a ambos lados de la localidad.

Teniente General von Sponeck.

El Teniente General Conde Hans Graf von Sponeck, al mando del XLII Cuerpo de Ejército, había enviado a sus Divisiones de Infantería 73ª y 170ª al frente de Sebastopol y en ese momento tan sólo disponía de la 46ª División de Infantería. Sin embargo, sus tres regimientos habían conseguido, mediante un rápido contraataque a temperaturas de 30 grados centígrados bajo cero, aislar las cabezas de playa soviéticas y, empeñando sus últimas defensas, barrer a algunas de ellas. En ese momento Manstein suspiró aliviado y permitió que las operaciones ofensivas en Sebastopol continuasen. Pero ahora, 29 de diciembre, con 23.000 rusos dentro de Feodosiya desde las 02:30 horas de la madrugada, la situación es notoriamente peor.

Manstein ha estudiado las flechas rojas sobre el mapa de situaciones. A menos que algunas unidades se interpongan en el camino de los soviéticos, podrían llegar a aislar el istmo de Parpach, la lengua de tierra de algo menos de 20 kilómetros de anchura que discurre entre Crimea y la Península de Kerch, cercar a la 46ª División de Infantería, y golpear la retaguardia de las líneas alemanas ante Sebastopol. Una vez más se ha hecho patente una de los grandes pecados capitales del Alto Mando Alemán contra las leyes de la guerra moderna: el Undécimo Ejército carece por completo de formaciones motorizadas a modo de reservas operativas. Tan sólo queda una solución: desviar a algunas fuerzas del frente de Sebastopol y enviarlas a Feodosiya.

Soldados del Ejército Rojo plantan la bandera soviética en Kerch.  La amenaza sobre la retaguardia de Manstein es patente.

Con gran ansiedad, el Jefe de Estado Mayor y el Jefe de Operaciones se han situado junto a Manstein ante el mapa. ¿Hay que interrumpir la batalla por Sebastopol en ese preciso momento? ¿No es eso exactamente lo que los soviéticos esperaban conseguir con sus desembarcos en Kerch?

Manstein y sus oficiales han sopesado la situación. ¿No parece como si en Sebastopol, en el sector de la 22ª División de Infantería, tan sólo hace falta un último esfuerzo para penetrar, al menos, hasta la vital bahía del puerto? Si eso sucediera, se habría obtenido una posición dominante y el ataque sobre la propia ciudad podría suspenderse sin riesgo durante algunas pocas semanas. El control sobre la Bahía Severnaya impediría que la fortaleza fuera reforzada desde el mar. Quedaría firmemente rodeada, y las divisiones liberadas podrían enviarse entonces a Feodosiya y Kerch para expulsar a las fuerzas soviéticas de vuelta al mar. Tan sólo hace falta que el General Conde Sponeck consiga resistir durante otros dos o tres días. Seguramente, reuniendo a todas las reservas disponibles, debería ser posible retener a los rusos en Feodosiya ese tiempo. Ésa, claramente, es la mejor alternativa. En consecuencia, Manstein ha ordenado: “En el sector del norte ante Sebastopol, la 22ª División de Infantería conquistará el Fuerte Stalin y avanzará hasta la bahía del puerto. Al ataque sobre la fortaleza desde el este quedará suspendido; la 170ª División de Infantería se retirará del frente de inmediato y se dirigirá a Feodosiya.”

La traición de von Sponeck.

Hans Graf von Sponeck.

Ha comenzado entonces una carrera contra el reloj. ¿Estarían bien los cálculos? A las 10:00 horas de hoy, 29 de diciembre, en los cuarteles generales del Undécimo Ejército se ha recibido una señal codificada de parte del Cuerpo del Conde Sponeck. Su contenido es alarmante: “Mando del cuerpo evacuando la Península de Kerch. La 46ª División de Infantería ha comenzado a moverse hacia el Istmo de Parpach.”

Manstein se ha quedado estupefacto. Algunos días antes, en Navidad, cuando la 244ª División de Fusileros Soviética efectuó sus desembarcos a ambos lados de Kerch, el Conde Sponeck había sugerido la evacuación de la península. Manstein había rechazado categóricamente la idea y ordenado expresamente que estos accesos cruciales a Crimea debían ser defendidos. Ahora, el General al mando del XLII Cuerpo había actuado sin autoridad contra esta orden estricta.

Manstein ordenó responder con el siguiente mensaje: “La retirada debe ser interrumpida de inmediato.”

Insólita fotografía de von Sponeck, todo un Teniente General de la Wehrmacht, cavando una trinchera con sus propias manos.

Pero el mensaje no ha llegado. Los cuarteles generales del XLII Cuerpo no han respondido. El Conde Sponeck ya ha desmantelado su estación de radiocomunicaciones. Se trata de la primera situación de desobediencia por parte de un general desde el comienzo de la campaña en el Este. Es un caso sintomático que implica principios fundamentales. El Teniente General Hans Conde von Sponeck, vástago de una familia de Düsseldorf de arraigada tradición militar, nacido en 1888, anteriormente oficial de los Guardias Imperiales, es un hombre que hasta ahora ha demostrado un gran valor personal y ser un excelente comandante sobre el campo de batalla. Mientras estuvo al frente de la famosa 22ª División Aerotransportada que en 1940 capturó la “fortaleza de Holanda” mediante un audaz asalto, se había ganado la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro. Más tarde, como comandante de la 22ª División de Infantería en que se había convertido a la División Aerotransportada, se distinguió también por su sobresaliente gallardía durante el cruce del Dnieper.

La significancia de la cuestión reside en el hecho de que el Conde Sponeck ha sido el primer general del Frente Este que, cuando el ataque de dos ejércitos soviéticos contra una sola división alemana le ha hecho enfrentarse a la alternativa de resistir y ser barrido o retirarse, se ha negado a elegir la primera opción. Ha reaccionado a la amenaza soviética no de acuerdo a los principios Nacional Socialistas de liderazgo, sino de acuerdo a su educación de Estado Mayor prusiano. Según ésta, un oficial al mando debe ser él mismo quien juzgue cada situación con precisión y sin pasión, reaccionando a ella con flexibilidad, y no permitir que sus tropas sean masacradas a menos que exista un motivo acuciante e ineludible para ello. Sponeck no ha visto dicho motivo.

La justificación de von Sponeck.

¿Cuáles son los motivos que le han llevado al Conde von Sponeck a la insubordinación?

A pesar de que el propio Sponeck no haya escrito ningún informe, su Jefe de Operaciones y su Jefe de Estado Mayor Adjunto, Comandante Einbeck, han plasmado en un memorandum los motivos del mando del Cuerpo. El Jefe de Estado Mayor del 617º Regimiento de Ingenieros, el Teniente Coronel von Ahlfen, ha escrito también un informe de lo más instructivo.

Los rusos desembarcan con el agua al cuello.

Ésta es la situación que surge de estos informes: Ayer, 28 de diciembre de 1941, la 46ª División de Infantería del Teniente General Himer, reuniendo a todas sus fuerzas, logró aplastar la cabeza de playa soviética al norte de Kerch. Los soviéticos y, sobre todos los caucásicos, habían logrado hazañas increíbles. A pesar de hallarse a menos de 20 grados centígrados bajo cero, habían vadeado la costa empinada sumergidos en agua hasta el cuello y puesto pie en tierra firme. Sin suministros habían resistido durante dos días. Sus heridos se habían congelado, convirtiéndose en carámbanos de carne cubiertos de hielo. Congelados hasta la muerte. Los desembarcos al sur de Kerch habían sido igualmente derrotados. Pero, en ese momento, unidades navales soviéticas atacaron en Feodosiya, 100 kilómetros detrás de Kerch. Un crucero pesado, dos destructores y embarcaciones de desembarco se adentraron en el puerto al amparo de la oscuridad.

Mujeres rusas lloran la muerte de soldados del Ejército Rojo en los combates por Kerch.

Del 147º Batallón de Artillería Costera Alemán, destacado para defender Feodosiya, tan sólo habían llegado a su destino cuatro cañones de 10,5 cm y el personal de los cuarteles generales. Además, tan sólo se encontraban en el puerto un mortero alemán y otro de fabricación checoslovaca. Los buques de guerra soviéticos orientaron sus focos de luz sobre los emplazamientos de artillería alemanes y los cañonearon hasta hacerlos añicos con sus cañones navales pesados. A continuación, los rusos desembarcaron

Una unidad naval soviética se aproxima a la costa protegida por una cortina de humo.

Para combatir a la infantería las fuerzas alemanes disponibles se reducían al pelotón de zapadores de un destacamento de botes de asalto y un pelotón Panzerjäger con dos cañones antitanque de 3,7 cm. Por suerte, el 46ª Batallón de Ingenieros, en ruta hacia el oeste, se había acuartelado en Feodosiya para pasar la noche. El Conde Sponeck puso al Teniente Coronel von Ahlfen a cargo del rechazo de los desembarcos soviéticos. El Teniente Coronel movilizó a todo los hombres que pudo encontrar, rebañando entre los contables, los mecánicos de los talleres, el personal de los almacenes de víveres y de las oficinas postales, una compañía de construcción de carreteras y los hombres de una unidad de señales. A partir de esta amalgama de tropas quedó organizada la primera línea de contención a las afueras de la localidad.

A las 07:30 horas llegó otro mensaje a los cuarteles generales del Conde Sponeck en Keneges: “Los soviéticos están desembarcando también al noreste de Feodosiya en la costa abierta.” De hecho, está desembarcando una división al completo.

Representación artística (soviética) de los desembarcos en Feodosiya.

Unos pocos minutos más tarde, las conexiones telefónicas con el Ejército y con Feodosiya quedaron cortadas justo después de que el Conde Sponeck recibiera la información de que Manstein enviaba a la 170ª División de Infantería desde Sebastopol y a dos brigadas rumanas desde las Montañas Yayla hasta Feodosiya.

¿Cuáles eran las intenciones soviéticas? Su objetivo táctico, claramente, es hacerse con el control del estrecho cuello de tierra entre Crimea y la Península de Kerch y aniquilar a la 46ª División de Infantería así cercada. Pero su objetivo estratégico, sin duda, es irrumpir rápidamente al interior de Crimea desde su cabeza de playa en Feodosiya, ocupar los nudos de comunicaciones detrás del frente de Sebastopol e interrumpir el flujo de suministros del Undécimo Ejército.

Generales Lvov y Pervushin.

Que de hecho los rusos están persiguiendo este objetivo estratégico, y no sólo efectuando ataque locales sobre la costa, lo demuestra el hecho de que sus fuerzas de invasión están constituidas por dos ejércitos: el 51º al mando del General Lvov en Kerch y el 44º al mando del General Pervushin en Feodosiya. El 44º Ejército ya ha desembarcado unos 23.000 hombres de las Divisiones de Fusileros 63ª y 157ª.

El General Conde Sponeck se preguntó a sí mismo: ¿Es la 46ª División de Infantería lo suficientemente fuerte para rechazar hasta el mar a las fuerzas enemigas en Kerch y al mismo tiempo mantener el Istmo de Parpach ante los nuevos desembarcos en Feodosiya? Su respuesta fue No.

El Comandante Einbeck ha escrito lo siguiente: “El mando del cuerpo tan sólo podría recuperar la iniciativa mediante el desvío inmediato del foco de operaciones al área de Feodosiya."  Ése era el lugar donde el pelígro de un ataque contra Dzhankoy o Simferopol, que amenazaba entonces al Undécimo Ejército, podía ser atajado. Esta decisión, eso sí, suponía entregar toda la Península de Crimea hasta la línea de Parpach.

El Ejército Rojo en la retaguardia alemana.

El Conde Sponeck ha juzgado, por su cuenta y riesgo, que, a la vista de la responsabilidad que tiene sobre sus 10.000 hombres, no hay tiempo que perder. Debido a su percepción más clara y local de la situación, se ha sentido justificado para actuar contra la orden de su comandante de Ejército. Se ha dado perfecta cuenta de que se está juzgando el cuello. Conoce la ley de hierro de la disciplina militar. Pero también es consciente del deber moral que asiste a un comandante militar de anteponer una orden coherente a una orden formal. No ha eludido el trágico dilema que surge siempre que el deber de un hombre a obedecer choca con su consideración personal de las necesidades operativas.

En consecuencia, a las 08:00 horas de hoy el Conde Sponeck ha dado orden a la 46ª División de Infantería de romper el contacto con el enemigo en Kerch, dirigirse a marchas forzadas al Istmo de Parpach y “atacar al enemigo en Feodosiya y arrojarlo al mar.” Ha enviado una señal al Ejército informándole de su movimiento, y a continuación ha ordenado desmantelar su estación de comunicaciones inalámbricas.

Soldados de la 46ª División de Infantería, en marcha.

Quizás las consideraciones estratégicas y tácticas del Conde Sponeck tengan mucho sentido, sean sobrias y valerosas. Quizás no haya en él traza de cobardía, indecisión o consciencia de culpabilidad. Y sin embargo, a pesar de todo ello, lo cierto es que ha desobedecido una orden superior y faltado a su juramento.

Así, a una temperatura de 40 grados centígrados bajo cero, bajo una ventisca gélida, los batallones de la 46ª División de Infantería, las unidades antiaéreas, de zapadores y los artilleros se han puesto en marcha. La distancia a cubrir es de 120 kilómetros. Tan solo de vez en cuando hacen un alto para proporcionar café caliente a las tropas. Marcharán durante cuarenta y ocho horas enteras, sin dormir, muchos de ellos con congelaciones en los dedos de sus manos, pies y narices. Muchos de los caballos no han sido equipados para el invierno y han desfallecido. Se han derrumbado, muertos. Los cañones que arrastraban, han quedado abandonados sobre las carreteras heladas.

Der Sieg wird unser sein, trotz alledem!
Nichts für uns, alles für Deutschland!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Operación Anklet: Más acciones terroristas británicas en Noruega - 28/12/1941.

Winston Churchill pasa revista a sus comandos terroristas, con los que llevará a cabo prácticas de "guerra sucia".

Camaradas,

Después de que la Fuerza Expedicionaria Británica huyera de Francia en el lamentable episodio de 1940 en Dunkerque, el Primer Ministro Británico Winston Churchill exigió reunir y equipar una fuerza que, si bien no pudiera llevar a cabo acciones decisivas, fuera capaz de causar bajas a los alemanes y subir la moral a los vapuleados británicos. Churchill ordenó a sus Jefes de Estado Mayor proponer medidas para poder llevar a cabo una ofensiva contra la Europa ocupada, dando rienda suelta así a una guerra de terror sin miramientos hacia los civiles. En concreto, el infame Primer Ministro empleó las siguientes palabras: “Deben estar preparados con tropas especialmente entrenadas al estilo de los cazadores para poder llevar el terror a la costa enemiga.”

Situación geográfica de las Islas Lofoten.

Las Islas Lofoten forman parte de la línea de costa situada al noroeste de Noruega, unos 160 kilómetros dentro del Cïrculo Polar Ártico. La Operación Anklet supone el segundo ataque contra las islas. El primer ataque, la Operación Claymore, tuvo lugar en marzo de 1941. En Anklet, los británicos han decidido hacer uso tan sólo de efectivos navales y terrestres, sin ninguna intervención por parte de la RAF.

Los comandos suben a los buques de transporte.

La fuerza naval, conocida como Fuerza J, partió de Scapa Flow y Greenock el pasado lunes 22 de diciembre. Un tercer contingente partió de Lerwick al día siguiente. En total, la fuerza la componen 22 buques y 300 soldados del Comando Británico Número 12 y de la 1ª Compañía Independiente Noruega, unidad colaboracionista de los británicos.

La fuerza naval llegó a las Islas Lofote anteayer, víspera de la Operación Archery. Un buque de transporte escoltado por un destructor y dos corbetas se dirigió hacia Moskenesøya para desembarcar a los comandos. Otros buques llevaron a cabo diversas operaciones por las islas. El destructor Bedouin cañoneó una estación de radio en Flakstadøya mientras el crucero HMS Arethusa junto con tres destructores se adentraban en el Vestfjord, donde capturaron dos patrulleras noruegas y hundieron a otra alemana.

Un puñado de soldados alemanes son capturados por los británicos.

La fuerza de 300 comandos desembarcó a las 06:00 de la mañana. La fecha del 26 de diciembre, Día de las Cajas, fue escogida por los británicos porque esperaban que la guarnición alemana estaría centrada en las celebraciones navideñas y sería cogida desprevenida. Los desembarcos no hallaron oposición y los comandos, provistos de atuendos de camuflaje blancos, tomaron tierra en el lado occidental de la isla de Moskenesøya. Pronto ocuparon las localidades de Reine y Moskenes, apresando a la pequeña guarnición alemana y a algunos Quislings noruegos en la estación de radio de Glåpen.

Ayer, 27 de diciembre, un hidroavión alemán bombardeó al crucero Arethusa, que aunque no fue alcanzado por ningún impacto directo sí sufrió algunos daños que lo van a mantener en el dique seco varios meses. Este suceso ha hecho ver a los británicos que ha sido un error no haber organizado ningún apoyo aéreo.

Un pequeño almacén en llamas.  Uno de los grandiosos logros de la Operación Anklet.

Finalmente hoy, los comandos y las fuerzas de la Royal Navy han abandonado las Islas Lofoten y puesto rumbo a Gran Bretaña. La Operación Anklet ha supuesto un ínfimo éxito para los británicos, que tan sólo pueden vanagloriarse de haber destruido dos transmisores de radio, algunos pequeños buques alemanes capturados o hundidos y un pequeño puñado de soldados alemanes y Quislings convertidos en prisioneros de guerra. Además, la Royal Navy ha incautado una máquina Enigma con sus discos y aparejos. Los comandos no han sufrido bajas, pero huelga decir que los resultados han decepcionado enormemente a los británicos, quienes se han llegado a inventar la patraña propagandística de que 200 noruegos se han presentado voluntarios para servir en las Fuerzas Noruegas Libres y han regresado a Gran Bretaña con ellos.

Es lebe Norwegen! Es lebe Deutschland!
Gott straffe Engelland!

martes, 27 de diciembre de 2011

Operación Archery: Los británicos, enemigos de Noruega - 27/12/1941.

Comandos británicos en Noruega.

Camaradas,

La Gran Bretaña, enemiga del Reich y de Europa, ha llevado a cabo hoy un ataque contra las instalaciones noruegas en las isla de Vågsøy y Måløy denominado Operación Archery.

Localización de las islas de Vågsøy y Måløy, entre Bergen y Trondheim.

El ataque lo ha efectuado el Comando Británico Número 3, dos secciones del Comando Número 2, un destacamento del Comando Número 4, un equipo de demolición de la Sección 101 (canoas) del Comando Número 6 y una docena de de noruegos colaboracionistas de los británicos. La acción la ha apoyado el fuego naval de un crucero ligero y cuatro destructores. Un submarino ha escoltado a la fuerza, que ha contado además con dos transportes de tropas y varios bombarderos de la RAF.

La fuerza de comandos compuesta de 570 soldados se ha dividido en cinco grupos con los siguientes objetivos:
1. Asegurar el área al norte de la ciudad de Måløy en el sur de Vågsøy y enfrentarse a cualquier refuerzo enemigo.
2. Reducir y asegurar la localidad de Måløy.
3. Eliminar las fuerzas enemigas desplegadas en la Isla Måløy que domina la localidad.
4. Eliminar el punto fuerte enemigo en Holvik al sur de Måløy.
5. Disponer de una reserva flotante ante la costa.

Objetivos de los comandos.

El objetivo principal de la operación ha sido la destrucción de la planta de producción de aceite de pescado y los almacenes que el Reich emplea para la fabricación de altos explosivos. Otro objetivo ha sido provocar que la Wehrmacht mantenga e incremente su presencia militar en Noruega que de otro modo sería empleada en el Frente Este.

Un avión de la RAF sobrevuela los objetivos durante el bombardeo previo al desembarco.

Tras un nutrido bombardeo naval se han producido los desembarcos con las primeras luces de la mañana. Los británicos han conseguido completar todos sus objetivos de acuerdo a sus planes excepto en la propia localidad de Måløy. Allí, la oposición ha sido mucho más dura de lo esperada porque ha dado la causalidad que una unidad de tropas de montaña Gebirgsjäger veteranas del Frente Este se encontraba allí de permiso.

Los comandos británicos marchan por las calles de Måløy, justo antes de encontrarse con la desagradable sorpresa de los Gebirsjäger.

La experiencia de los Gebirgsjäger en el combate callejero y el certero fuego de sus francotiradores han convertido la incursión de los comandos británicos, quienes esperaban que su misión fuera poco más que un paseo, en un verdadero infierno, con duros combates casa por casa. El comandante británico, John Durnford-Slater, ha hecho entrar en acción a la reserva flotante y a las tropas desembarcadas en la Isla Vågsøy. La propaganda británica ha llegado a afirmar que cierto número de civiles locales han ayudado a los comandos desempeñando el papel de porteadores de municiones, granadas y explosivos, y asistiendo a sus heridos, algo que, además de insólito, es sencillamente falso.

Un comando británico herido es ayudado por sus camaradas.

En torno a las 14:00 horas, superados por el fuego alemán, los comandos han comenzado a retirarse, no sin antes haber destruido cuatro fábricas, los almacenes de aceite de pescado, los almacenes de municiones y combustible, la centralita telefónica y varias instalaciones militares. Gran parte de la ciudad se encuentra en llamas. La fuerza naval británica mientras tanto ha hundido diez buques anclados en la zona, algunos de ellos destruidos por su propia tripulación para evitar caer en manos británicas.

Noruega en llamas por obra y gracia del Imperio Británico.

La Royal Navy no ha perdido ningún barco, pero sí que ha sufrido cuatro muertos y cuatro heridos. Por su parte, los comandos han sufrido 17 muertos y 53 heridos. El comandante de los noruegos, el Capitán Linge, ha perdido la vida durante un ataque contra el cuartel general alemán local, y ocho aviones de la Royal Air Force han sido derribados. Por otro lado, en un nuevo alarde de desmesurado optimismo o simple y llana manipulación informativa, los comandos han afirmado haber causado a la Wehrmacht 120 muertos y haber tomado 98 prisioneros, así como una copia completa del Código Naval Alemán. Varios Quislings y cierto número de noruegos leales han sido apresados igualmente.

Los comandos británicos salen escaldados de Noruega.

El Führer, a pesar de la buena respuesta que ha dado la Wehrmacht a este ataque, no quiere bajar la guardia y ha decidido desviar 30.000 soldados a Noruega para reforzar sus defensas.

Es lebe freies Norwegen!
Gott straffe Engelland!

lunes, 26 de diciembre de 2011

Manstein progresa adecuadamente en el frente de Sebastopol – 26/12/1941.

El ataque de Manstein contra Sebastopol desde el 17 de diciembre hasta hoy.

Camaradas,

Manstein, decidido a ofrecerle al Führer la conquista de Sebastopol como regalo de Navidad, lanzó a su Undécimo Ejército contra la plaza el pasado 17 de diciembre en lo que había calculado sería la ofensiva definitiva. La mayoría de las unidades del Undécimo Ejército fueron destacadas para este ataque, quedando tan sólo la 46ª División de Infantería y algunos contingentes rumanos para proteger el este de Crimea. Manstein pensó que bien merecía la pena asumir ese riesgo si, a cambio, conseguía capturar Sebastopol en un golpe de mano.

Detalle de la defensa soviética de Sebastopol.

La decisión del comandante soviético de Sebastopol, el Vice-Almirante Oktyabrsky, de defender el terreno al norte del Río Belbek en seguida se reveló como un error, puesto que la 22ª División de Infantería Alemana no tardó en aplastar el flanco derecho de la 8ª Brigada de Infantería Naval y abrirse paso en cuña hacia la costa. Después de cinco días de arduos combates, Petrov finalmente abandonó el saliente de Masmachai y retiró a la vapuleada 8ª Brigada de Infantería Naval y al 90º Regimiento de Fusileros a la orilla norte del Valle de Belbek.

La batería pesada Maxim Gorki I abre fuego.

Mientras tanto, al sur, el XXX Cuerpo atacaba con las Divisiones de Infantería 72ª y 170ª y conseguía hacer retroceder a la 172ª División de Fusileros soviética en algunos sectores, pero no era capaz de abrir una brecha. El único éxito real lo logró el 23 de diciembre, cuando la 170ª División de Infantería y la 1ª Brigada de Montaña Rumana capturaron la Colina Capilla, una posición clave del Sector Defensivo II de Sebastopol.

Diagrama de la 30ª Batería Costera, conocida por los alemanes como Maxim Gorki I.

Pero la defensa de Sebastopol era enconada. Desde las torres gemelas de la batería pesada Maxim Gorki, los soviéticos escupían sus proyectiles de 305 mm sobre las posiciones alemanas. Las casamatas y emplazamientos de ametralladora regurgitaban fuego por doquier. En medio de este infierno pasaron las tropas alemanas de Crimea la Navidad. Para ellos no hubo velas, campanas ni cartas. Para muchos no hubo siquiera un plato de comida caliente.

El Parizhskaya Kommuna abre fuego.

Gracias a su supremacía naval y a las largas noches de invierno, el Vice-Almirante Oktyabrsky pudo reforzar su guarnición con la 79ª Brigada de Infantería Naval y la 345ª División de Fusileros. Mientras tanto, el acorazado Parizhskaya Kommuna y su grupo de fuego de artillería naval desempeñaban un papel crítico, desplazándose para cañonear a la infantería alemana allí donde surgía la amenaza de brecha. Aunque, los soviéticos tampoco tenían intención de limitarse a permanecer a la defensiva y, así, mientras von Manstein empleaba el grueso de su Undécimo Ejército en torno a Sebastopol, los soviéticos decidieron emplear su superioridad naval para atacar el lado oriental de Crimea, débilmente defendido.

Desembarcos en Kerch del Ejército Rojo.

Así, con el apoyo de la Flotilla del Mar de Azov, el 51º Ejército Soviético a las órdenes de Teniente General Lvov ha desembarcado a casi 5.000 soldados cerca de Kerch durante la mañana de hoy. Sin embargo, los desembarcos han sido ejecutados muy deficientemente, y Manstein confía en que la 46ª División de Infantería será capaz de contener a la fuerza soviética, por lo que ha vuelto a centrarse en la plaza de Sebastopol. ¿Será capaz de doblegar la resistencia soviética antes de que la amenaza sobre su retaguardia se descontrole? Confiamos en la Providencia que así sea.

Es lebe Deutschland!
Von Finnland bis zum Schwarzen Meer!

El Führer destituye a Guderian - 26/12/1941.

Camaradas,

Aunque todo el Frente Este se encuentra en llamas a lo largo de toda su longitud, los sectores clave y los objetivos a largo plazo de los rusos comienzan a discernirse con claridad. El Coronel General Konev, tras haber abierto un agujero en el flanco norte del Grupo de Ejércitos Centro, pretende cercar y aniquilar al Noveno Ejército de Infantería. En el flanco sur, el Mariscal Zhukov se ha abierto paso a través de la juntura entre el Segundo Ejército Panzer y el Cuarto Ejército de Infantería y apunta hacia Vyazma al tiempo que espera golpear el flanco del Segundo Ejército Panzer.

Generaloberst Heinz Wilhelm Guderian.

El año 1941, que había comenzado con gran confianza en la victoria, se acerca a su término en una atmósfera de lobreguez y ansiedad. En el día de hoy, el Führer ha aprovechado la oportunidad para deshacerse del Coronel Guderian Heinz Guderian, creador del arma acorazada y un intrépido comandante sobre el terreno que ha demostrado su audacia en incontables ocasiones pero que tampoco ha tenido pelos en la lengua a la hora de discutirle al Führer órdenes que contravenían su propio sentido militar y estratégico, como cuando el Führer decidió en agosto marchar contra Kiev en lugar de Moscú y cuando ahora en diciembre ha negado la retirada y ha dado orden a todas las unidades a aferrarse al terreno.

El Führer hace entrega de la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro a Guderian el 27 de octubre de 1939.

La ocasión se la ha brindado el Mariscal von Kluge, nuevo Comandante en Jefe del Grupo de Ejércitos Centro y anterior oficial al mando del Cuarto Ejército, que ha acusado a Guderian de desobediencia y de haber ordenado la retirada a pesar de las estrictas órdenes recibidas en sentido contrario. En realidad, se trata más bien de una cuestión personal entre los dos militares, que habían discutido acaloradamente hace unas semanas respecto a la coordinación entre sus ejércitos. En cualquier caso, el Führer ha destituido a Guderian y lo ha enviado a la reserva de oficiales. Sus soldados han quedado abatidos. ¿Qué será de ellos si se les priva de su mejor general?

Serie de fotografías de Guderian retratado con sus soldados tanquistas.

Guderian ha escrito una despedida a los veteranos soldados de su Segundo Ejército Panzer que ha terminado con la siguiente frase: “Mis pensamientos estarán con vosotros en vuestra difícil tarea.” A continuación, se ha preparado para regresar a Alemania y retirarse junto a su mujer a una finca de 8 kilómetros cuadrados en Deipenhof.

Guderian en su vehículo de mando según uno de sus soldados.

En verdad, Guderian ha dejado a sus soldados con una difícil tarea sobre sus espaldas. En ningún sector puede el Alto Mando Alemán reunir las reservas suficientes para contener las penetraciones rusas. Las unidades de caballería roja presionan contra las débiles líneas de cobertura al norte de Yukhnov y amenazan las vitales rutas de suministro a Smolensko. Tropas aerotransportadas soviéticas toman tierra detrás de las líneas alemanas. Los partisanos constituyen una gran amenaza en toda la retaguardia.

El Führer, incansable, continuará bregando contra viento, marea y nieve para conducir a la Wehrmacht Alemana hacia la victoria. Su orden de “resistir a toda costa” permitirá al Ejército Alemán conservar intactos la mayor parte de sus efectivos hasta la llegada de la primavera. Entonces, Stalin temblará de nuevo.

Führer befiehlt, wir folgen!
Heil, Herr Generaloberst Heinz Guderian, Heil!

domingo, 25 de diciembre de 2011

La Cruz de Cristo y la Cruz Gamada - 25/12/1941.


Camaradas,

La Cruz de Cristo y la Cruz Gamada no se oponen entre sí y no deben hacerlo; todo lo contrario, deben permanecer juntas. Una no debería dominar a la otra, sino que cada una debería mantener su propio significado.

Por un lado, la Cruz de Cristo apunta hacia el cielo y nos advierte de lo siguiente: Recordad que sois un pueblo cristiano, apoyado por el amor eterno del Padre Celestial, libre a través de la fe en el Señor Jesucristo, santificado por el poder del Espíritu Santo.

La Esvástica, por otro lado, apunta hacia el mundo como creación divina y nos advierte de lo siguiente: Recordad que sois alemanes, nacidos en territorio alemán de padres de sangre alemana, llenos del espíritu y la esencia alemanas, formados de acuerdo a la naturaleza alemana.

Las dos juntas, por ultimo, la Cruz de Cristo y la Cruz Gamada, nos advierten: ¡Recordad que sois un Pueblo Alemán Cristiano y que cada vez debéis ser más un pueblo alemán cristiano y permanecer así!

El Führer, piadoso hombre de Dios, sale de una iglesia.

La lucha de los primeros Nacional Socialistas Cristianos.

Nosotros, los “Alemanes Cristianos” surgimos de las grandes batallas de la lucha de Alemania por la libertad, un combate que tuvo lugar durante años en el frente, en la calle y en las reuniones. Día y noche, marchamos al lado de nuestros camaradas con camisas marrones, fuimos atacados por el odio de la chusma roja del bolchevismo satánico y sus aliados burgueses. Nosotros los “Alemanes Cristianos” procedemos de la batalla por la vida o la muerte de nuestro pueblo, procedemos del sacrificio de la juventud alemana, sobre cuyas tumbas brillan las palabras no escritas de Jesucristo: “Nadie demuestra mayor amor que el que entrega la vida por su prójimo.”

Procedemos de un tiempo de lucha incansable y desprendida por los camaradas del pueblo alemán y por el alma del pueblo alemán, con un amargo dolor en nuestros corazones porque durante mucho tiempo no hemos sido entendidos incluso por muchos que asumían cargos y responsabilidades dentro de la Iglesia. Falta de comprensión era lo menos que encontraban algunos pastores que se atrevían a hacer lo inaudito, vestir camisas marrones y volverse políticamente activos. Muchos no entendían que nuestra lucha era algo completamente distinto de la política del pasado y que el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores tan sólo tenía la forma de un partido, pero que internamente era, es y seguirá siendo la verdadera expresión de la verdadera Comunidad del Pueblo.

Fotografía obtenida en Nüremberg en 1928 en la que aparecen Adolf Hitler y Hermann Göring entre una muchedumbre de Nacional Socialista.  Nótese al fondo la Iglesia de Nuestra Señora, como si representara la fundación del NSDAP.

Como Cristianos, nos situamos entonces en medio del movimiento alemán por la libertad de Adolf Hitler porque estábamos convencidos de que Dios nos llamaba a ello y lo exigía de nosotros. Cuántos Nacional Socialistas de entonces, durante la batalla contra el Satán del Bolchevismo esperaron una palabra clara de la Iglesia, de aquellos que tenían cargo y responsabilidad dentro de la Iglesia. Pero –con unas pocas excepciones- aguardamos en vano; al contrario, fuimos acusados de ser “paganos” o fuimos expulsados porque nuestro lenguaje era demasiado crudo o porque el odio de nuestros oponentes nos involucraban en peleas a puñetazos o en combates a punta de pistola casi a diario. Adoptaron el punto de vista de la prensa judía y de parte de la así llamada prensa burguesa, que siempre clamaba excitadamente que los nazis eran los culpables de estos disturbios y peleas. Después de uno de aquellos domingos sangrientos, un pastor protestante comentó: “¿Por qué vais allí si sabéis que los Rojos no quieren que vayáis?” Esa falta de entendimiento era desalentadora. Parece mentira que no se entendiera que al marchar a través de las calles rojas donde vivían los obreros alemanes estábamos demostrando que formábamos parte de ellos, incluso si varios centenares de asesinos bestiales acechaban en los tejados.

Adolf Hitler en 1938 ante la tumba de su madre Klara, una devota católica que le inculcó su fe.

Caminábamos nuestro propio sendero solitario hacia delante, dejando que nos acusaran de ser problemáticos o bulliciosos o que nos tildaran de blasfemos cuando afirmábamos: "Vemos en Adolf Hitler el Führer que Dios nos ha enviado."  Hoy todo el mundo ve que esto es verdad y por lo tanto ya no es una blasfemia. Pero, ¿entonces? A menudo eran atacados aquellos pastores que predicaban en reuniones que la Cruz de Cristo y la Cruz Gamada debían estar juntas. Aún así, luchábamos, incluso si la Iglesia no nos entendía, y continuábamos nuestro camino porque nos sentíamos obligados como Cristianos hacia nuestros hermanos y hermanas alemanes. Fue nuestra fe lo que hizo nuestra lucha por seguir a Hitler un deber sagrado. Vimos con terrible claridad, sin ninguna duda, que el enemigo del Pueblo Alemán, el Bolchevismo, sabía muy bien que sólo podría llegar una Alemania Soviética si tenía éxito en separar y despojar al alemán de su fe y de su Dios, destruyendo, eliminando o ridiculizando todo lo santo que hay en el alemán.

El Führer ante la Iglesia de Nuestra Señora de Nüremberg.  Septiembre de 1934.

La campaña del Bolchevismo fue satánica en los frentes de la política, la economía, las artes, el entretenimiento y la prensa. La batalla, sin embargo, sólo podía decidirse en el campo de batalla sobre el que se encontraba Hitler; en consecuencia, nos pusimos de su lado. Tan sólo hubo algunos pocos pastores procedentes de la “esfera de la Iglesia” que se situaron abiertamente al lado de Hitler como creyentes y luchadores. Aquellos antiguos luchadores agradecemos a Dios con orgullo que nos llamara y que abriera nuestro corazón a su llamada.

La Iglesia muestra su adhesión al Führer.

El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler se convirtió en Canciller del Reich Alemán.  Comenzaba así una nueva era para Alemania, una época de despertar económico, político, social y, también, una época de renovación de relaciones con la Iglesia..

La Iglesia de Hanover, engalanada con cruces cristianas y gamadas.

Pocas veces ha demostrado la Iglesia de una manera tan festiva su compromiso con el Führer del Pueblo como lo hizo la Iglesia Provincial de Hanover en su misa de lealtad del 25 de octubre de 1933 en la Iglesia del Mercado. Fue durante ese periodo decisivo que el Führer abandonó la Sociedad de Naciones y convocó a los alemanes a unas nuevas elecciones el 12 de noviembre de 1933.

Todo el mundo acudió a la invitación del presidente del consejo de la Iglesia provincial: los miembros del consejo de la Iglesia provincial, el senado de la Iglesia, todas las agencias de la Iglesia, representantes de las SS, de las SA y de las Juventudes Hitlerianas, el Stahlhelm y representantes de las agencias del estado, de la provincia y de la ciudad junto con muchos cientos de fieles de la ciudad y del campo. Las banderas del Reich Alemán colgaban de los pilares de la iglesia y predicaban en su idioma nuestro deseo:

¡La Iglesia y el Pueblo se pertenecen! ¡La Cruz de Cristo y la Cruz Gamada se alzan la una junto a la otra!


Juntos, cantamos el himno Wir treten zum Beten (Nos Reunimos) y nos unimos en oración a la palabra de Dios. A continuación el presidente leyó la decisión del consejo provincial de la Iglesia que había sido propuesto por los “Alemanes Cristianos”:

El consejo de la Iglesia provincial afirma unánimemente de la siguiente decisión:


Por el bien de nuestro pueblo y en memoria de nuestros muertos en la Guerra Mundial, el consejo de la Iglesia provincial de la Iglesia Provincial Evangélico-Luterana de Hanover da la bienvenida con gran placer a los viriles hechos del Canciller de nuestro pueblo Adolf Hitler y acuerda unánimemente que:

La Iglesia y el Führer se dan la mano.

Nosotros y los miembros de la Iglesia queremos estar con valor y sin reservas junto al Canciller.


Nosotros y los miembros de la Iglesia queremos luchar con y trabajar por la Alemania Nacional Socialista de Adolf Hitler, no sólo con palabras, sino con hechos y sacrificio.


Nosotros y los miembros de la Iglesia en este decisivo momento elevamos nuestras oraciones por las necesidades de nuestro pueblo ante Dios, pidiéndole que nos conceda sagrado coraje y nos prepare para la verdadera unidad entre todos los hermanos alemanes.


Nosotros y los miembros de la Iglesia oramos fervientemente a Dios por que ayude a los que nos dirigen a soportar su carga.


Esta es nuestra inquebrantable y unánime voluntad, que nosotros en esta hora solemnemente juramos al Canciller del Reich Alemán.

Heil Hitler!

A la conclusión de la lectura, el obispo provincial ha pronunciado graves palabras para un momento grave. A continuación, el presidente ha abierto la votación con las siguientes palabras:

Como presidente del consejo de la Iglesia provincial, he convocado esta reunión para poner en práctica lo que se prometió el 28 de agosto de 1933 en la ceremonia solemne en la Ständehaus: apoyar siempre y sin reservas a la Alemania Nacional Socialista de Adolf Hitler. Los acontecimientos políticos del pasado reciente han demostrado con claridad que nuestro pueblo alemán se enfrenta a una gran decisión, una decisión que quizás determine el futuro de Alemania durante siglos. Uno incluso puede decir que se trata de una decisión entre la libertad o la esclavitud, la existencia o inexistencia, la vida o la muerte del pueblo alemán.


El 14 de octubre, Adolf Hitler, Canciller del Reich Alemán, por el bien del honor de Alemania y con respecto a los grandes sacrificios de sangre y vidas de los últimos 14 años que nos imponen un deber sagrado, y consciente de la necesidad de tener una buena conciencia como Führer del pueblo y con total honestidad ante Dios y el pueblo, realizó una muy grande y seria decisión acerca de nosotros y nuestro pueblo.

La Iglesia y el Führer, de acuerdo.

Aunque no queremos esconder la importancia de esta decisión, recibimos con genuina alegría este acontecimiento porque sentíamos que a través de ello los insanos y destructivos lazos que nos habían tarado durante los últimos 14 años quedaban rotos, porque veíamos que en vez de palabras más o menos dignas de confianza provenientes de gente temerosa, irresponsable y no libre, finalmente, un hombre valiente, responsable y libre llevaba a cabo un acto de salvación.


Uno pregunta: “¿Qué ocurrirá?”
El otro: “¿Es esto justo?”
Y esto precisamente es lo que diferencia al hombre del esclavo.


El Führer del pueblo ha actuado según ese principio, y actuado de un modo que le ha permitido estar en todo momento en conciencia ante Dios y el pueblo alemán que Dios le ha confiado. En su disposición a asumir responsabilidades, se ha situado ante el pueblo y le ha convocado a afirmar su decisión, la decisión del Führer. El 12 de noviembre, el pueblo alemán dará su aprobación y en consecuencia expresará ante el mundo su voluntad de sacrificio y su confianza en el Führer.


El Führer firma un autógrafo a una cristiana.


Como presidente del consejo de la Iglesia provincial, me siento obligado por mis anteriores declaraciones para convocar a los representantes de nuestra Iglesia provincial de Hanover de modo que la Iglesia pueda declarar con solemnidad y públicamente que aprobamos con alegría la acción del Canciller alemán. Para mí es un placer comprobar que cientos y cientos de camaradas del pueblo alemán han venido aquí para ser testigos de que la Iglesia no se aparta mientras se está decidiendo el futuro del pueblo alemán.


No tenemos que hablar de lo que eso significa para nuestro pueblo, de lo que está en riesgo para nosotros y nuestros hijos. Las palabras del Canciller del Reich han dejado clara la gravedad y decisiva importancia de estos días al pueblo alemán y el Canciller no se cansa de dejárselo claro día tras día a la patria. Ha terminado el tiempo de las medias tintas y de la pusilánime falta de responsabilidad. Ha llegado la hora de la acción viril, responsable e inquebrantable. Es hora de que cesen las disputas, de que toda queja y pesimismo desaparezcan. En este momento, nosotros como Iglesia queremos demostrar que estamos unidos al pueblo, que permanecemos junto a él en confianza divina, que reconocemos que la llamada de Dios resuena en esta ahora.


¿Quién quiere apartarse?
¿Quién todavía quiere dudar y titubear?
¿Quién quiere preguntar “y si” y “pero”?


¡Las medias tintas no conceden la libertad y el cielo!


Cruces cristianas sobre tumbas alemanas.


Como hombres de la Iglesia y miembros de la Iglesia, somos conscientes de nuestra santa responsabilidad, y es nuestro deseo proclamar solemne y públicamente:


¡Canciller del Reich, nosotros desde la Iglesia decimos sí a tu acción!


¡Führer del pueblo, nosotros desde la Iglesia estamos dispuestos al sacrifico a tu lado!


Hitler, nosotros desde la Iglesia te apoyamos a ti y a tu gabinete con la fuerza de la fe y no nos cansaremos de rogar por las bendiciones del padre celestial. Amen, ¡que así sea!

Todos en esta ceremonia de lealtad lo afirmaron – y para reforzar esa afirmación, miles se unieron cantando poderosamente la Canción de Alemania (Deutschlandlied) en este espacio sagrado bajo la cruz de una manera pública y solemne: ¡Alemania, Alemania, sobre todo, sobre todo en el mundo!

Mientras todavía retumbaban los ecos de la última estrofa, el presidente ha dicho a todos los presentes:

El Führer ante la cruz del Memorial a los Caídos de Franken.

Ahora pregunto a todos los reunidos en esta casa de Dios que no son miembros del consejo de la Iglesia provincial la pregunta de si queréis uniros a nosotros como miembros de la Iglesia. Os pido que os alcéis y proclaméis: "¿Estaréis con confianza pía y oración fiel, lealmente y dispuestos al sacrificio, junto a nuestro Canciller Adolf Hitler?” Todo el mundo decid juntos: ”¡Sí!”


Como un solo hombre hablando a través de una sola palabra, la respuesta ha sido un alto “¡Sí!” Para reafirmarlo, ha sonado el himno:


¡Nuestro Dios es una poderosa fortaleza!

¡La Canción de Lutero y la Canción de Alemania deben estar en armonía!

¡La Iglesia y el Pueblo deben estar inseparablemente juntos en la alegría y en el pesar, en la muerte y en la necesidad!

¡La Cruz de Cristo y la Cruz Gamada deben y tienen que estar juntas!


Es lebe das Christuskreuz und das Hakenkreuz!
Gott mit uns!