viernes, 26 de marzo de 2010

El Primer Ministro húngaro en Roma - 26/03/1940.

Camaradas,

Europa central está de moda.  Entre otros acontecimientos, ayer se festejó el tercer aniversario del Pacto de Belgrado, un acuerdo de amistad entre Italia y Yugoslavia que todavía perdura, a pesar de los cambios radicales acaecidos desde 1937. Con la segregación de Checoslovaquia ha desaparecido la Pequeña Entente; a consecuencia del Anschluss, Italia, Yugoslavia y Hungría tienen una nueva frontera con Alemania, al igual que la Unión Soviética tras la ocupación preventiva de los territorios polacos por ambas partes.  Este cúmulo de acontecimientos ha dejado a Hungría un papel protagonista, situándose como se sitúa en una posición clave entre Alemania y la Unión Soviética.

Situación actual de Hungría en Europa Central con respecto a los territorios controlados por el Reich y por la Unión Soviética.

A pesar de la guerra entre tres grandes potencias europeas, el acuerdo de amistad y comercio entre Italia y Yugoslavia sigue intacto y asegura la paz en el Adriático y en los Balcanes. Al mismo tiempo, y gracias, principalmente, a la influencia de Roma, han mejorado considerablemente las relaciones húngaro-yugoslavas. La presencia desde ayer del Primer Ministro del Gobierno de Hungría Pál Teleki en Roma, en el momento preciso de la consolidación de la amistad entre su vecina meridional y la gran potencia que ha sabido apreciar siempre sus anhelos nacionales, es un feliz azar, si es que en la política podemos creer en los azares.

Primer Ministro de Hungría Conde Pál Teleki, de sport.

Sin embargo, en lo que al Reich respecta, nuestra actitud hacia dicha visita no puede ser otra que de prudencia. Pál Teleki ha mantenido larga charlas ayer con el Ministro de Asuntos Exteriores italiano y nuero de Mussolini Galeazzo Ciano y con el Duce hoy.  La entrevista de hoy ha durado cerca de dos horas y a la Prensa simplemente ha trascendido lo cordial de la conversación y el propósito de profundizar en el futuro, y en todos los terrenos, la colaboración que existe entre los dos países basada en el Pacto de Amistad firmado hace tres años y al que los acontecimientos han puesto a prueba.

La mirada de Pál Teleki, con ese inquietante toque bovino.

Esta amistad se concilia con las relaciones que existen entre Italia y el Reich y entre el Reich y Hungría, pero queremos hacerle saber al Conde Teleki que ande con ojo.  Porque en efecto, sabemos que a pesar de las apariencias, la actitud de Teleki no es plenamente satisfactoria para el Reich.  No en vano, el Ministro italiano Ciano a resulta de sus conversaciones con el Primer Ministro húngaro ha escrito en su diario que Teleki “ha evitado tomar ninguna posición clara en un bando u otro pero no ha escondido su simpatía por las potencias occidentales y teme una victoria alemana como la peste.” Las conclusiones de Ciano son que Teleki espera “la derrota de Alemania, pero no una derrota completa que provoque grandes traumas, sino un tipo de derrota que astille sus dientes y garras durante mucho tiempo.”

Recordamos a los húngaros el digno papel que desempeñaron en la Gran Guerra como miembros de las Potencias Centrales y les conminamos a que sepan cumplir para con sus deberes y sobre todo, sepan identificar quiénes son sus aliados adecuados para esta guerra.

Es lebe Deutschland!

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