miércoles, 30 de diciembre de 2009

Discurso de Año Nuevo del Führer - 30/12/1939.

Camaradas,

Con motivo de la entrada del Año Nuevo, Adolf Hitler ha pronunciado un discurso ante una nutrida audiencia de miembros del Partido Nacionalsocialista.


Adolf Hitler, el orador.

En su mensaje, el Führer ha comenzado recordando la situación en que se encontraba Alemania cuando, después de grandes luchas, el Partido llegó al poder. Ya lo había dicho el inefable Primer Ministro francés Georges Clemenceau: “Hay veinte millones de alemanes de más sobre la tierra”, y con tal deseo en mente se había impuesto a Alemania el Tratado de Versalles. El Führer ha enumerado la caótica situación a que dicho Tratado había llevado a Alemania así como las generosas gestiones que el Gobierno Nacionalsocialista ha llevado a cabo en los últimos tiempos para obtener un acuerdo amistoso con las potencias plutocráticas a fin de realizar las necesarias revisiones políticas y económicas que se le debían al Reich. El Führer ha destacado que si dichas gestiones fracasaron no fue sino debido al egoísmo, la estupidez y la mala voluntad de las potencias occidentales y de sus hombres de Estado. El Partido no ha hecho otra cosa que cumplir su obligación de luchar por la unificación del pueblo alemán y de despojar a Alemania de sus cadenas de esclavo.

Después, Adolf Hitler ha enumerado uno a uno los acontecimientos principales de 1939, a saber: 1) la incorporación a la Gran Alemania, como protectorado, de Bohemia y Moravia; 2) la repatriación de Memel; 3) el reestablecimiento de las antiguas fronteras alemanas mediante la anulación del estado polaco. Dichos tres acontecimientos han venido a anular las injusticias, incapaces de subsistir, del Tratado de Versalles.

A continuación, el Führer ha hecho alusión a los preliminares del conflicto con Polonia y a todos los intentos realizados para evitarlo, así como los antecedentes del Pacto de No Agresión con la Unión Soviética. 1940 será un año decisivo en la historia de Alemania, en el cual todos los alemanes deben entrar unidos y preparados desde el punto de vista económico y militar.El enemigo no tiene más que un solo fin, que es la destrucción de Alemania y del pueblo alemán”. “Cuando el Ejército polaco –ha dicho- hubo sentido con la fuerza de nuestro ejército las consecuencias de su actitud insensata, el fin de la guerra dejó de ser la defensa de Polonia, y ahora se proponen aniquilar mi persona, es decir, la extirpación del Nacionalsocialismo.” El Führer ha recordado que la nación alemana no ha querido esta lucha y que hasta el último minuto ha ofrecido su amistad a Inglaterra y el reestablecimiento de la paz en Europa de una manera duradera, para lo cual ha contado siempre con la ayuda del Duce y de la Italia fascista, “pero los excitadores estaban preparados para esta ocasión y no han querido abandonar sus planes destinados a la destrucción de Alemania.”


Soldados alemanes en un búnker de la Línea Sigfrido celebran la Navidad.

Los interesados en la guerra la han deseado. Pues bien, la tendrán. “La primera parte del conflicto ha demostrado que el enemigo no se atreve a atacar las fortificaciones del Oeste y que en todas partes, cuando los soldados alemanes han tenido que medirse con sus adversarios, la gloria de las armas alemanas ha quedado justificada. El año 1940 será nuestra victoria. Pase lo que pase, todos los sacrificios que se exijan de cada uno durante este tiempo serán mínimos comparados con el que hace la nación y comparados con la suerte que correría si los falsarios de Versalles subieran de nuevo al poder.”

“Por eso, el final de la guerra es claro: Alemania y Europa deben quedar libres de las amenazas incesantes que han partido de la Inglaterra de antes y de la Inglaterra de hoy y es necesario que esta vez las armas sean arrancadas definitivamente de las manos de los autores de la guerra y de los que la han declarado.” “No luchamos sólo contra la injusticia de Versalles, sino para que no la sustituya otra injusticia más grave.” “Europa no puede ser regularizada por los mal llamados hombres de Estado que no son capaces de resolver en su propio país los problemas más primitivos, sino los pueblos y las fuerzas que, por su actitud y sus empresas pueden ser considerados como jóvenes y creadores.” “El mundo judío-capitalista no sobrevivirá el siglo XX.

Es lebe Adolf Hitler!
Herzliche Weihnachtsgrüße!


Postal navideña representando a un soldado en patrulla.  Al fondo, la línea Sigfrido.

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